Ante la mortalidad en las residencias se confinaron voluntariamente para extremar los cuidados y hacerles más llevadero el confinamiento La unión hace la fuerza, el sentimiento común produce milagros y la labor de valientes profesionales salva vidas. Así podríamos denominar la actitud arriesgada y el gesto encomiable de las 21 trabajadoras de una residencia de mayores con trastornos mentales en un pequeño municipio del norte de Córdoba . Se trata del Centro de Alzheimer de Alcaracejos, un psicogeriátrico en el norte de Córdoba, especializado en la atención a personas mayores que sufren un alto grado de dependencias en el ámbito mental. Y que además son población voluble y considerada de alto riesgo ante la pandemia. Ellas, las 17 trabajadoras de este centro con su directora al frente, decidieron voluntariamente dar un paso heroico y encerrarse el 31 de marzo junto a sus residentes. Este domingo terminaron este duro periodo y “vieron la luz” pero lo más i...
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